Hoy me vino un recuerdo de tu voz. Era cálida y paciente, me susurraba cosas que quizá nunca podré llegar a entender, por mucho que me esfuerce. A pesar de ello, sé que crecía en mí el deseo de rodearte con mis brazos y sentirte contra mi pecho. No sé por qué pero… sí séSigue leyendo “Voces”