Elogio del error
Los llantos del olvido llenaron la habitación, no se oía nada más que el triste quejido que siempre suena cuando no se quiere llorar, por vergüenza ante uno mismo, porque no merece la pena, o simplemente porque quedan tan pocas lágrimas que físicamente duele intentar soltar una más. Miraba la estancia vacía con los ojos […]